La mañana siguiente fue el lento día habitual en Alterra. Los ciudadanos estaban todos de nuevo en casa, algunos productivos (es decir, aquellos trabajando en varias fábricas bien aisladas así como en varias tiendas-casa), mientras que algunos... no tanto.
Los miembros del Equipo Gea eran estos últimos. En este momento, estaban en la villa principal holgazaneando con los ventiladores eléctricos.
¡Hace unos días, los ventiladores eléctricos finalmente se habían hecho comercialmente disponibles! Eran lo básico de lo básico, y no se podían fabricar muchas unidades, pero de todas formas era revolucionario.
Estos aparatos habían sido vendidos en el Salón de Especialidades, y muchas de las familias más acomodadas ya los tenían.
Los miembros de la Cámara de Comercio de Gea vivían la vida de holgazanes en el sofá frente a los ventiladores, comiendo helado, palomitas de maíz, o... helado con palomitas de maíz.