Lucha con Dalia la Destructora

El demonio de rojo desapareció de repente. Cuando Shenlian Yingyue sintió que todo a su alrededor había cambiado, ya era demasiado tarde.

Parada en un campo de dalias rojas, el cielo era carmesí, la luna estaba roja, y todo aquí parecía estar empapado en sangre. Era un tono rojo asfixiante.

La intensidad del color lastimaba sus ojos y cabeza. Se sentía mareada, pero logró mantenerse en pie y no caer al suelo. ¿En qué tipo de mundo se encontraba ahora?

Era como si estuviera de pie en medio de un antiguo campo de batalla, donde incontables personas lucharon y murieron. Sus muertes eran miserables, aterradoras y trágicas.

El rugido de los tambores retumbaba en el cielo, sacudiendo sus tímpanos, mientras el choque de las armas parecía arañar su piel. La nitidez, la atmósfera sombría, la risa asesina, los gritos dolorosos y las suplicas terroríficas resonaban a su alrededor.