Llegó al Palacio Real del Clan Demonio

—Ciertamente que no —respondió Shen Xian, con un tono rebosante de desprecio, como si la mera idea de consumir carne humana estuviera por debajo de él.

—Tenía la impresión de que los demonios se alimentan de carne humana, de la carne de bestias mágicas y de la esencia de otros seres vivos —dijo ella, sin ser disuadida por su burla y ansiosa por obtener más conocimientos de él.

—¡Qué repulsivo! ¿Por qué en la tierra comeríamos humanos? —Su incredulidad era palpable, como si la mera sugerencia fuera un grave insulto para su especie.

Shenlian Yingyue no pudo evitar sentir un leve temblor de sus labios ante su reacción. ¿Por qué consideraba sus palabras con tanto asco?