La máquina de la muerte

Azrael secó sus lágrimas.

—Son tan malos —dijo ella—, su repentino cambio de emociones confundiendo a todos.

—¿Solo importa vuestro amor y el mío no? ¿Qué tipo de lógica enferma es esa? ¿Acaso no merezco algún tipo de amor? ¿Por qué debería alejarme del amor? —preguntó Azrael mientras se secaba furiosamente los ojos.

—¿Es tan malo lo que hago a vuestros ojos que estáis listos para comenzar una guerra y sacrificar a tantas personas solo para detenerme? ¿Qué quería? Solo quería que mi amante regresara para poder también tener a alguien en quien confiar. ¿Qué tiene de malo eso? Solo quiero que una persona regrese —dijo Azrael antes de mirar directamente a los ojos de Azura.

Tan pronto como Azura notó la mirada de Azrael sobre ella, lo interpretó como un intento de su hermana de dañar a su hija, y escondió a Elliana aún más detrás de sí misma mientras el Rey Eros ayudaba a su hija a sanar más rápido.