Lamentar

—¡Escudo! —Azura extendió su mano frente a ella, todas las brujas en la zona de batalla copiaron las acciones de la Reina para formar un escudo que pudiera protegerla de la ira de Elliana.

—¡Aaaaaa! —Elliana gritó fuerte, su cabello se soltó de la coleta y fluyó en la dirección del aire mientras su cuerpo comenzaba a formar múltiples cortes que empezaron a sangrar.

Cada gota de sangre que goteaba de su cuerpo comenzó a mezclarse con el trueno y el relámpago, tiñéndolo de rojo mientras sus poderes de sirena que se alimentaban de sangre comenzaban a drenar la sangre de los cuerpos de los humanos, queriendo salir en su forma carnal.

—Esto está tan mal, Eros. ¿No puedes preguntarle a tu padre si podemos hacer algo para detener esta carnicería? ¿Esta destrucción? —Azura cayó de rodillas, sin mover sus manos.

Incluso en su dolor, necesitaba cumplir con su deber como reina y proteger su reino de la ira de su hija.