¿Enamorado?

—¿Quieres algo de comer? —preguntó Elliana a Sebastián como si no lo hubiera insultado antes y el chico la miró con severidad.

Samantha podía sentir cómo su primo se enfadaba y, no queriendo que ella saliera lastimada, estaba a punto de pedirle a Elliana que se detuviera un poco y dejara de hablarle así a su rey, cuando para su sorpresa, Sebastián miró detrás de él y su hombre le acercó una silla, justo al lado de Elliana.

—¿Qué estás comiendo? —preguntó Sebastián.

Elliana lo miró con una expresión contemplativa antes de mirar su plato.

Incluso una persona tonta podría ver que ella estaba dispuesta a hacer cualquier cosa menos compartir su comida en ese momento, y probablemente esa era exactamente la razón por la que su rey se sentó para molestar a la chica.

—Bueno, es solo un sándwich de queso simple. Y ni siquiera está sabroso —parpadeó Elliana sus ojos inocentemente.

Alcinder colocó sus puños frente a su boca para mantener su sonrisa y risa contenidas.