Travieso Lucas

—¿A qué te refieres? —preguntó Elliana.

¿Sabe él que ha perdido sus memorias y está sufriendo? ¿Sabe que la vida ha sido dura con ella?

¿Podía él sentir su dolor? Elliana miró al hombre que tenía delante con esperanza, sin saber por qué le importaba tanto.

—A lo que me refiero es, ¿y si no tienes algunas respuestas a las preguntas en este momento? ¿Qué importa si las cosas han sido feas en el pasado? Tienes tu futuro por delante. Está bien. Puedes aprender a sonreír, ¿no? —dijo Sebastián.

Elliana se quedó ahí parada, congelada en su lugar durante unos segundos.

Mantuvo la mirada en sus ojos avellana, sus ojos avellana que eran tan hermosos cuando le dijo esas palabras.

¿Por qué era él tan bueno con ella? Claro. Le propuso amistad.

—¿Vamos? —Sebastián extendió su mano hacia ella.

Elliana miró hacia su mano, sintiendo que su corazón se aceleraba.