Seguro al cien por ciento de que es él

—Señorita Liu —Cielo levantó la vista, dirigiéndola hacia arriba. Allí, parado a dos pasos de la sala de espera en la que estaba sentada, estaba el gerente de Leo.

—Gracias por informarnos sobre el incidente y por dar su declaración a las autoridades —dijo el gerente con una sonrisa amarga—. Dijeron que lo encontrarían y seguirían la ruta del helicóptero.

—Ya veo —ella asintió en comprensión, fijando sus ojos en la pared frente a ella—. ¿Planeas hacer una declaración pública?

—Todavía tengo que llamar a una reunión con la directiva —respondió él.

—Manténlo en secreto por ahora.

—¿Eh? —El gerente de Leo frunció el ceño, confundido—. ¿Tienes miedo de que los medios...?

—Lo digo por él y por todos —Cielo lentamente fijó su mirada en él antes de levantarse de su asiento—. Es mejor mantener este asunto lo más privado posible. No querrás que la gente especule por qué Leo está siendo objetivo de algunas personas peligrosas, ¿verdad?