Soy Heaven Liu

—Hmm... —Primo se rascó la barbilla mientras miraba la pantalla del portátil—. Ah. Ahora veo lo que tramaba. Esa maldita mujer seguro que me está empujando por el precipicio.

Primo chasqueó la lengua irritado. Había pasado toda la noche leyendo los documentos que Cielo le había dejado para revisar. Incluso fue a través de los archivos y no notó que ya era de mañana hasta que todo alrededor de la cabaña parecía más brillante.

—Ugh... me está dando dolor de cabeza. —Se pellizcó el puente de la nariz antes de que las comisuras de sus labios se estiraran de oreja a oreja—. Cuando echó un vistazo al portátil, un brillo centelleó en sus ojos. Pero ese maldito hijo de puta... no me extraña que no pude encontrarlo más.