—Gracias a ti, lo conocí. De no ser por ti, quizás nunca habría sabido qué se siente ser valorada, respetada y tomada en serio. Así que, todavía es un final feliz.
Ivy permaneció en silencio mientras Dane estudiaba su perfil. Hablar de él solo reflejaba amargura y dolor en sus ojos. Pero en el momento en que pensaba en cierta persona, la dulzura y el orgullo iluminaban su mirada.
Otro profundo suspiro escapó de sus fosas nasales, alejándose de ella. Miró el camino lateral, sumido en sus pensamientos.
—¿Cómo estás seguro de que es un final feliz? —rompió el silencio con voz tranquila—. Podría morir en cualquier momento.
—Já... —Ivy soltó una breve risa, pensando en sus próximas palabras—. Es cierto. El hombre que amo está rodeado de peligro, amenazando con arrancármelo. Pero por eso soy quien soy, Ivy Wei.