—Entonces, ¿quién era ese hombre de antes? —preguntó Leo movido por la curiosidad—. Salí al jardín antes y te vi con alguien. Nunca lo había visto antes.
—Es mi tío —se lamió los labios Hera mientras dejaba a un lado la tarta que estaba comiendo.
—¿Tío? —Leo frunció el ceño—. ¿Como... un verdadero tío o...?
—Jaja. Es mi tío, aunque no biológicamente —explicó, manteniéndolo breve y sencillo—. Es como una figura paterna para mí, alguien que haría cualquier cosa por mí.
—Parece ser un buen hombre.
—Lo era.
—Ya veo —Leo la miró con conflicto en sus ojos.
—Para ser honesta, no lo sé —Hera negó con la cabeza mientras suspiraba—. No debería estar aquí. Debería estar en otro lugar, pero verlo aquí con Frank... me dice mucho.