[EL NIDO DEL DRAGÓN]
La cena que Dragón organizó transcurrió según lo planeado. Leo y Hera recibieron atuendos formales para la ocasión. Aunque Hera tenía un sinfín de ropa para elegir, descartó la idea, ya que todo lo que llevaba puesto de pies a cabeza había sido proporcionado por Dragón.
Junto a la cama, Hera observaba el vestido rojo ajustado dentro de una caja abierta. Otra caja con un par de stilettos estaba al lado del vestido, junto con una pequeña nota. Hera recogió la tarjeta, que decía:
—Ponte esto esta noche.
Un suspiro superficial se escapó por sus fosas nasales mientras dirigía la mirada hacia el vestido una vez más. Un bufido de burla salió de ella ante la vista de este.
—¿No dijo que le gustaba ella? —susurró—. Sin embargo, ni siquiera sabe que está harta de este color.