La destrucción masiva no es un problema

—¡BANG!

Dragón movió rápidamente sus brazos, golpeando la muñeca de Romnick para desviar la bala de su cabeza. Los disparos resonaron en los oídos de todos, pero Dragón no perdió ni un segundo en saltar de la espalda de Hera. Se deslizó la mano dentro de su traje, amartillando la pistola y disparándole a Romnick.

En un espacio tan cerrado, las posibilidades de que Dragón fallara eran bajas. Sin embargo, Romnick consiguió deslizarse a un lado, agarrando a una persona del costado para protegerse.

—¡Tch! —Dragón chascó la lengua mientras agarraba a Hera con fuerza, abriendo fuego y llenando de balas el escudo humano de Romnick.

Romnick, por otro lado, colocó su pistola entre el torso y el brazo de su escudo humano y disparó. Pero por desgracia, uno de los hombres de Dragón se adelantó repentinamente para proteger a su jefe.

—¡Ugh! —el hombre que se sacrificó soltó un gruñido antes de caer violentamente al suelo.