Morir dos veces de la misma manera provocó sentimientos encontrados en Hera. Aun así, ya no tenía tanta esperanza. Si acaso, antes de perder el conocimiento, no pudo evitar mirar atrás en su vida.
Sin duda, su vida fue hermosa y desperdició cada migaja de ella.
Si las palabras de Dragón eran para el alma real, entonces estaría de acuerdo con él. Era ingrata. En comparación con la verdadera Hera, el alma en este cuerpo había dado por sentada su vida original. Realmente tenía una vida tranquila en aquel entonces y muchas buenas personas a su alrededor.
A pesar de todo, Dominic, especialmente, fue amable con ella. Le había dado espacio y cuidado de su hijo. Incluso su hijo con él era un buen niño. Solo se sentía mal por tratar a Sebastián de la manera en que lo hizo. Debía haber sido buena con él.
Pero ya no tenía sentido.