Al oír esto, el grupo decidió asentarse para pasar la noche, ya que Chelsea llegaría pronto.
No querían hacerle nada a Balire todavía ya que, si realmente eran familia, Chelsea debería ser quien decidiera qué hacer en lugar de ellos.
Preparando algunas habitaciones manualmente, decidieron descansar por la noche.
Mientras todos descansaban, Shiro decidió hacer algo de reconocimiento ella misma.
Sentada en el techo de la fortaleza, Shiro estaba constantemente enviando drones al resto del continente demoníaco para poder escanear manualmente las fronteras, como dónde había firmas de mana fuertes, así como tierras potenciales que podrían conquistar.
Iba a marcarlas y luego comparar con el mapa que tenía Akog para saber a qué candidato pertenecían dichas tierras.
—Parece que estás ocupada como siempre —Isilia sonrió mientras subía la escalera al techo. Sentándose junto a Shiro, le pasó un chocolate caliente.