—¿Dónde está el hombre? —preguntó Yu Qi a Su Yu Hi tras entrar en la empresa.
—Está en la sala de reuniones. Nuestros hombres lo vigilan —dijo Su Yu Hi.
—Vamos a conocer al traidor —Yu Qi entró en la sala de reuniones.
Cuando estaba a punto de entrar en la sala, escuchó hablar a ese hombre.
—Oye, no puedes retenerme aquí. Es ilegal —dijo el hombre al guardia.
—¿Ilegal? No es nada comparado con lo que has estado haciendo a mi empresa —Yu Qi sonrió fríamente al hombre.
—¿Qué? ¿Quién eres tú? ¿De qué hablas? ¿Tu empresa? —El hombre estaba conmocionado al principio, sin embargo, al final se burlaba de Yu Qi.
—Me pregunto cómo has entrado en esta empresa. Hermano Yu Hi, tú tienes la respuesta, ¿verdad? —Yu Qi miró a Su Yu Hi.
—Sí —Su Yu Hi asintió respetuosamente.
El hombre vio a Su Yu Hi. Sabía que Su Yu Hi era el jefe. Y el hombre que conocía como su jefe obedecía a una joven.
—Parece que vamos a tener una larga conversación —Yu Qi miró fijamente al hombre.