Monte Edar (Ch.703)

Neveah se paró al borde del tambaleante puente, inmóvil por la familiaridad de este lugar y los recuerdos que traía consigo.

Mount Edar...

Neveah había pasado la mayoría de sus días anteriores en la fortaleza justo en el corazón de esa misma montaña, con la nariz sumergida en un gigantesco volumen de historia Asvarian y los ronquidos rítmicos y cálidos alientos de un dragón salvaje por compañía.

Y había otras veces en que su compañía eran sus intensos orbes ámbar, que le penetraban el alma... él simplemente la observaba, con una profundidad de adoración y una certeza que Neveah nunca había presenciado antes de conocerlo.

Y era en esos momentos cuando Neveah pasaba horas solo para darse cuenta al final de todo que había permanecido atascada en una sola página del volumen de historia todo el tiempo y no tenía cómo explicarse a Lord Rodrick y Davina.