—Tan cerca... solo unos pasos más...
—Estaba tan cerca... —Este era el devastador pensamiento que se repetía una y otra vez en la mente de Neveah mientras era arrastrada desconsideradamente por el suelo del bosque por el cruel agarre de Lado.
Los arbustos, las afiladas rocas y las ramas rotas que cubrían el suelo del bosque cortaron su piel y rasgaron su ligera ropa, revelando aún más piel para ser magullada y cortada.
Y su sangre dejaba un rastro desde el pequeño parche en la superficie del lago donde Lado la había agarrado por primera vez antes de que pudiera cruzar la cascada al lago,
y el rastro conducía hasta el borde del lago y ahora a través del bosque, aumentando a medida que avanzaban.
Neveah podía sentir cómo perdía sangre rápidamente, no por los cortes, sino por el punto en su tobillo donde las garras de Lado se habían clavado profundamente en su carne, arrastrándola de vuelta al Palacio Eclipse, sus garras se hundían más profundamente mientras más fuerte la sujetaba.