No un legado, una promesa. (Cap.763)

—¿Habían cometido un error? ¿Tejido la runa incorrectamente? ¿O había algo más en juego? Algo que no habían notado? —se preguntaron los Fae.

Estas preguntas debieron haber cruzado las mentes de los Fae, observando cómo uno de sus más poderosos y antiguos hechizos rúnicos se desmoronaba ante sus ojos, sin causa visible alguna.

Un momento, la runa estaba cerca de alcanzar su máxima potencia, absorbiendo toda el Infierno en sus humos tóxicos, y al siguiente, chispas de magia llovían a su alrededor, todo lo que quedaba de su hechizo rúnico tras la explosión.

Por un momento después de aquello, nada ocurrió. Los Fae estaban atónitos en su confusión, los dragones infernales contuvieron la respiración. Pero Neveah se mantuvo con una expresión distante, observando... esperando.

Y entonces el caos estalló.