El Castillo Infernal estaba en silencio. Había estado así desde que Neveah volvió a él después de dar la espalda al campo de batalla y sus secuelas.
Ella estaba de pie en la cabecera de la mesa del consejo, su mirada fija en el mapa de Fuerte Infierno desplegado sobre ella, aunque la expresión distante en sus ojos insinuaba que su mente estaba en otra parte.
La puerta se abrió y la entrada de Xenon la sacó de sus pensamientos. Cruzó la habitación en apenas unos pasos y estuvo al lado de Neveah en un instante, como si no hubieran pasado solo unos momentos desde que se separaron en la torre de vigilancia, sino años.
Neveah no se molestó por ello. Desde el regreso de Xenon, estar apartada de él por siquiera un solo momento la llenaba de ansiedad y con Jian aún ausente, solo en la presencia de Xenon su mente encontraba algo de la tranquilidad tan necesitada.