Fuerte Infierno estaba perfectamente silencioso. Demasiado silencioso para una fortaleza que acababa de enfrentar una batalla el día anterior y actualmente anticipaba otra.
Ya era el atardecer y después de un día tranquilo, el reporte acababa de llegar. La evacuación del distrito inferior había comenzado.
Antes de que la noche terminara, o pasaría pacíficamente o habría una confrontación. Y de haberla, Neveah sabía de qué lado estaría, no era siquiera una pregunta.
Aun así, un sentimiento de hundimiento revolvía dentro de ella. Era difícil ignorar la peculiaridad de esta situación, si algo salía mal y los dragones se vengaban, sería otra aniquilación.