Llegada de la Tristeza (Cap.812)

La calma serenidad de Aloria se quebró cuando un violento temblor sacudió la tierra. Los árboles temblaron y se inclinaron, el suelo se estremeció y las aves levantaron vuelo.

Luces cegadoras parpadearon desordenadamente. Portales, cientos de ellos, se abrieron al azar.

Pero había miles de Fae en Aloria. ¿Cuánto tiempo tendrían?

Luego vino el sonido. Un largo, bajo gemido resonó, como un antiguo grito desde el vientre de la tierra. Neveah lo oyó tan claramente como lo vio, la tierra ya agrietada se partió aún más, la tierra se hundió, cayendo en el abismo dondequiera que la grieta tocara.

Una ola de polvo y escombros se elevó muchos pies en el aire. Era como ver la ruptura suceder de nuevo. Solo que esta vez, llevaba el doble de fuerza.