Drayce emocional

Durante su próxima parada antes de llegar a Agartha, una vez más se quedaron en el mismo arreglo hecho por Evanthe.

—Esta noche preparo yo la comida. Tú ve y haz compañía a Seren —instruyó Evanthe.

—Ella está bien. Te ayudaré, Madre —respondió Drayce.

—No estoy tan vieja como para necesitar ayuda con una tarea tan simple como cocinar. No olvides, tu madre es la bruja más poderosa que puede hacer cualquier cosa con solo mover un dedo.

Drayce no tuvo otra opción que hacerle caso y volvió a entrar en la cabaña al lado de Seren, quien estaba envuelta en una cálida manta. Ella había escuchado lo que dijo Evanthe.

—Parece que vamos a comer lo que a ti te gustaba cuando eras niño —comentó Seren, a lo cual Drayce asintió.

Después de un rato, Evanthe entró a la cabaña. Mientras avanzaba, varias bandejas de madera llenas de una variedad de platos de comida flotaban detrás de ella, levitando en el aire.

—¡Guau! —exclamó Seren—. Quiero aprender magia así.

—Aprenderás —respondió Drayce.