Desde su enorme boca, empezó a formarse una bola de energía oscura. El aire a su alrededor parecía enfriarse mientras un intenso presentimiento llenaba el campo de batalla.
La energía dentro de la bola giraba ominosamente, aumentando en tamaño y poder. Era claro para todos los presentes que la bestia ya no estaba jugando.
—¡Muévanse, maldita sea! ¡Muévanse! —gritó Everly, intentando evitar el ataque inminente. Pero su cuerpo, ya llevado más allá de sus límites, no respondió a tiempo.
—¡Agáchense! —gritó Serafina.
Canalizando todo su Qi, utilizó su técnica defensiva definitiva, [Bastión Hidrometálico]. Una técnica que trabajó con los Ancianos para crear con la imagen de ser impenetrable.
Una fusión de Agua y Metal rodeaba a todos sus compañeros en una defensa tipo castillo. Esta técnica se suponía impenetrable porque se endurecía cuando una fuerza opuesta la golpeaba. Simultáneamente, tenía algo de la flexibilidad del agua, lo que le permitía absorber más poder.