En el momento en que Mira entró en los Pasos de Tormento Abisal, la atmósfera cambió drásticamente. Era como si hubiera cruzado la frontera hacia un universo diferente.
La luz ambiental que una vez la rodeó fue completamente consumida por la oscuridad, y toda la energía vibrante del ambiente fue reemplazada por una quietud sofocante.
El primer desafío fue inmediato. Al avanzar, una ola de emociones intensas la inundó.
Sintió cómo se drenaba de ella el peso de cada emoción positiva que había sentido alguna vez.
El amor que tenía por sus compañeros, la esperanza que sentía por el futuro, la alegría de cada logro desaparecieron, y el impulso de seguir adelante fue reemplazado por el frío abrazo de la desesperación, la soledad y la falta de esperanza.
Sin embargo, estaba acostumbrada a aislarse y vivir como una máquina desalmada. Así que, sin dudar, dio otro paso.
Pero, había malinterpretado el tema de esta prueba.