Su Advertencia...

—Sáquenlo y pónganlo en el coche que preparamos para él —instruyó San Zemin a sus hombres.

Los dos hombres sacaron al conductor de la habitación VIP mientras el mayordomo los seguía.

El conductor se veía débil porque había pasado por un dolor intenso ya que le habían cortado la lengua dos días atrás y le era imposible comer algo. El mayordomo Ye Bai intentó todo para mantenerlo saludable proporcionándole nutrición a través de sueros intravenosos y otras medidas como la intubación nasogástrica, donde se insertaron tubos delgados por sus fosas nasales. Esto le permitió darle polvo multivitamínico en forma líquida que actuaba como un alimento completo y sería suficiente para mantenerlo saludable hasta el día de su castigo.

—Jefe, todo está listo —se acercó un hombre a San Zemin e informó.

—Hmm! Métanlo en el coche, rápido —instruyó San Zemin a sus hombres.