Cumpleaños y Regalos...

Finalmente, era el cumpleaños de Lu Qiang y Lu Lijun.

Cuando el reloj dio las doce de la medianoche, Jiang Yuyan se puso de pie en la galería de su habitación y recordó el momento en que Lu Qiang la abrazó por última vez en el mismo lugar de la galería.

Cerrando los ojos, sintió ese último abrazo de Lu Qiang como si él estuviera allí con ella. Debe ser una ilusión, pero podía sentir su aroma en la brisa que pasaba y sentir su calor mientras se envolvía los brazos para abrazarse a sí misma.

—Feliz cumpleaños, Lu Qiang.

Las lágrimas rodaron por sus ojos mientras miraba el cielo estrellado. Ese oscuro cielo estrellado era la única forma en que podía comunicarse con Lu Qiang y decirle que lo extrañaba. Lo extrañaba como loca con cada momento que pasaba, y ese dolor era insoportable ya que no había medicina para él aparte de él.