Cuando llegó el momento de la noche en que las nubes se apartaron para dar paso a la luna por un raro momento antes de ocultarla detrás de ellas con el viento soplando a través y la marea del agua que había aumentado debido al tirón de la naturaleza, Caitlin se sentó frente al fuego mirándolo fijamente.
El reloj había dado las doce y esta era una hora en la que todos se habían ido a dormir o ya estaban durmiendo.
Al oír el golpe en la puerta, se levantó y caminó hacia ella para abrirla.
Cuando abrió la puerta, vio a Penny que estaba al frente de la puerta y detrás de ella estaba Damien. La mujer no pudo evitar sonreír internamente y les dejó entrar en la habitación.
—Buenas medias noches, Caitlin —saludó Damien a la mujer.
—Buenas medias noches, Damien —Caitlin cerró la puerta una vez que la pareja entró—. Bueno que estás aquí. Si Penny no puede nadar una vez que entre en el agua, entonces puedes ser su bote salvavidas vivo.