—Quisiéramos una habitación. La habitación más barata disponible aquí —respondió Damien a la pregunta del hombre—. ¿Tienen servicio de comida? —preguntó al ver al hombre negar con la cabeza.
—Esto es solo para alojarse. La habitación cara tiene baño —dijo el dueño cuando posó sus ojos en la chica—. No estarán huyendo de sus casas, ¿verdad? —preguntó, inclinándose hacia adelante desde el lugar en el que estaba cerca del escritorio con una mirada sospechosa en su rostro.
Damien soltó una risita.
—¿Por qué pensarías que estamos escapando? —le siguió la corriente al hombre.
—Equipaje grande, pareja bonita. Dos humanos —dijo y Penny se volvió para mirar a Damien, quien había cambiado el color de sus ojos a negro.
Penny se preguntaba si así es como se veían ahora.
—¿Tienen dinero para pagar? —preguntó el dueño, entrecerrando los ojos para mirarlos.