Llegó la mañana con los pájaros cantando sus canciones matutinas sin saber qué día era y lo que iba a venir en las próximas horas. Penny se había lavado y se preparó para comenzar a reunir todas las armas posibles que se le ocurrieran. Ayer, antes de dejar la iglesia abandonada, había probado algo. Una, su habilidad elemental, y dos, los hechizos que podía usar como bruja blanca.
Aunque las marcas no habían sido colocadas, la iglesia abandonada no le permitía utilizar los hechizos. Si el ritual iba a tener lugar allí, sus hechizos serían completamente inútiles y todo en lo que podría confiar sería en su habilidad elemental y en las armas que había llevado consigo.