Los miembros del consejo miraban a la distancia mientras se tapaban los oídos del agudo y chillón sonido que resonaba a través del bosque. Las brujas negras que se encontraban en su apariencia natural de seres con piel de escamas se volvieron aún más escamosas de lo que eran. El cambio en su estructura corporal las hacía parecer cualquier cosa menos un humano o vampiro, mientras Penny veía cómo sus cuerpos se encorvaban como si sus huesos se estuvieran rompiendo y formando en una criatura completamente diferente.
Parecían... lobos secos por cómo se veían sus patas traseras y sus manos, aún siendo de alguna manera parecida a cómo eran antes de esta nueva transformación. Sus caras lucían diferentes y extrañas, a diferencia de cualquier cosa que alguien hubiera visto antes.
Cuando una de las brujas negras se giró para mirarlos, Damien les gritó:
—¡Corre!