Unos días después de que la madre de Xiulan recuperara la conciencia, pidió ver a su benefactor.
Xiulan acababa de llegar del trabajo cuando su madre sacó el tema de nuevo.
—Mamá, ya te he dicho que él está ocupado y vendrá cuando tenga tiempo —respondió Xiulan mientras se sentaba en el sofá de la habitación.
—Esto no me parece correcto y parece que soy desagradecida. Sin su ayuda, tal vez no estaría viva hoy. Xiulan, pídele que venga porque quiero agradecerle personalmente —insistió la madre de Xiulan.
Ella realmente quería conocer a la persona que había ayudado a preservar su vida y darle el mejor tratamiento hospitalario que jamás había recibido en su vida.
Se sentía mal porque durante una semana no había tenido ocasión de agradecerle. También pensaba que sería de mala educación pedirle que viniera para poder agradecerle, cuando en realidad ella debería ser la que lo buscara, pero no le quedaba otra opción.