Un dulce y húmedo calor despertó a Jin Liwei un par de horas después. Su mente todavía estaba nublada por el sueño, pero su cuerpo ya ardía y vibraba con un deseo abrumador.
Jadeó y gimió mientras una fuerza de succión fuerte le enviaba una deliciosa oleada de electricidad directamente desde su ingle al resto de su cuerpo. Su mano cerró en puño el largo y suave cabello por encima de su ingle y guió suavemente la cabeza hacia arriba y hacia abajo, provocando un profundo gemido de él.
—Me estás matando —jadeó él, con la voz ronca de sueño.
Un zumbido sexy le respondió desde debajo de su cintura. Iris apretó su agarre alrededor de la base de su eje duro mientras aumentaba el ritmo de subida y bajada de su boca. Sus manos y boca se coordinaban entre sí, mientras observaba a través de ojos entrecerrados cada pequeña reacción de él para optimizar el placer que quería darle.