—Xiulan está embarazada ahora, Quinto Hermano —dijo Jin Liwei—. Es muy fácil que se moleste por las cosas más insignificantes. No quiero que nada ni nadie la altere, incluyéndote a ti.
—Je~ Hermano Tercero habla como si tú no la hubieras enfadado desde que confirmamos que está embarazada —bromeó Lu Zihao—. Hermanita me acaba de contar que ustedes dos pelearon por su horario de trabajo antes de que yo viniera.
Jin Liwei suspiró y se masajeó las sienes. —Solo hice lo que pensé que era lo mejor para ella y nuestros bebés. No quiero arriesgarla a que se sobreexija en el trabajo porque tiende a hacer eso. Si nadie la vigila, trabajará hasta colapsar porque es tan apasionada.
—Eso es una de las cosas que amo de ella—la pasión en todo lo que hace —una tenue sonrisa mejoró su rostro cansado.
Lu Zihao hizo un sonido de acuerdo.