Long Jinjing le dio una palmada en el brazo a Lu Zihao incluso mientras sus palabras vulgares la afectaban, haciéndola sentir toda acalorada y molesta. Su efecto sobre ella no era broma. Necesitaba encontrar una manera de no dejar que él la afectara demasiado antes de que se volviera loca por él.
—P-para, Nikolai —tartamudeó.
Lu Zihao la agarró de la cintura y la encerró con su brazo. —Hoooo~ No te vi por solo un día pero parece que te has vuelto más atrevida durante mi ausencia. Ahora incluso me golpeas. ¿Qué sigue, Jinjing? ¿Vas a atarme en la cama y tener tu perversa manera conmigo?
—¿Q-qué estás diciendo? —chilló. Sus palabras evocaron imágenes vívidas en su cabeza. Sentía su cara y cuello... no, sentía que todo su cuerpo se calentaba hasta que temía poder sobrecalentarse.
—Je~ Mírate. Apuesto a que estás pensando en algo sucio —Se inclinó hacia adelante y le susurró al oído con su voz pecaminosa—, apuesto a que implica a mí, desnudo y duro. Y tú, caliente y mojada.