—Está bien, no regañaré más a nuestro hijo por una travesura pasada —respondió Jin Liwei mientras subía rápidamente la escalera para acompañar a su esposa.
Iris se rió de las acciones de su esposo, sus ojos brillaban divertidos. Tan solo estaba bajando las escaleras de su oficina en el desván a su oficina principal en la planta baja, y aún así él insistía en sostenerle la cintura y guiarla.
—Liwei, no siempre tienes que tener cuidado conmigo. Al menos puedo bajar las escaleras por mí misma.
—No te preocupes, amor. Simplemente no puedo evitar preocuparme, especialmente cuando pienso que llevas dos seres humanos adicionales dentro de ti —miró hacia su vientre plano—. Todavía no se nota, pero nuestros gemelos no son tímidos en hacer notar su presencia.