—¿Qué pasa con ella? ¿Rechazó tu oferta? —Después de una larga pausa, Shin Tinming preguntó, levantando la mirada de su plato para mirar a la mujer.
Chen Rui no dejó pasar la burla detrás de sus palabras. Sus ojos no dejaban de mirarlo mientras sus labios se curvaban en respuesta a sus palabras. —Nunca supe que tenías tanta confianza en ella. ¿Cómo conoces tan bien su carácter? Por supuesto, lo has adivinado. Ella no es una chica de aceptar favores. Confirmaría sus méritos antes de tomar cualquier decisión.
Al ver su actitud así, al hombre no se le ocurrió qué más podía decir. Ya era consciente de lo buena que podía ser su esposa con las palabras, pero aun así, cada vez que la oía, no podía evitar sonreír.
—La alabas tanto, Rui. Veo que tienes más confianza en ella que yo. —Shin Tinming dijo, soltando una risita por un momento y luego volviendo a mirar su plato.