Atrevida manera de cortejar a una mujer.

Li Xue hizo una pausa por un momento. Aunque su expresión no mostraba ni un ápice de sorpresa, la estaba sintiendo internamente. Al ver a la mujer hacerle un gesto para que tomara asiento, no dudó en tomar uno frente a ella.

—¿Te sorprende cómo lo sé? —preguntó Chen Rui, viendo a través de la fachada de expresión de la chica. Sus labios no dejaban la sonrisa así sin más. Para ella, en ese momento, Li Xue parecía una niña realmente adorable cuyo secreto había sido revelado frente a su madre.

Aunque Li Xue intentaba mantener su indiferencia, el conocimiento de la dama acerca de ella simplemente no la dejaba mantener la compostura. —¿No nos viste ya en el hospital? Por supuesto, debes haberlo adivinado justo en ese momento —dijo sonriendo, segura de que esa conjetura debía ser la única correcta.

Al verla tan segura de sus palabras, Chen Rui no tenía corazón para romper su creencia. Así que asintiendo, dijo: