—No hay prisa —dijo Feng Shufen con rostro inexpresivo. Sus ojos supervisaban concentrados las tres pantallas en vivo al frente.
—Pero Presidente Feng, puede que huya —señaló Gao Fan con preocupación. Su comportamiento parecía más serio de lo habitual ya que en la pantalla no era cualquier enemigo sino uno que estaba relacionado con los sucesos del pasado. No se atrevía a ser despreocupado e imprudente esta vez.
Feng Shufen continuó mirando fijamente la pantalla mientras negaba con la cabeza en desaprobación. —Si tiene el coraje de entrar en la trampa a pesar de saberlo, no se irá sin lograr su deseo. Dejémoslo tener éxito un poco más —dijo y el secretario se quedó confundido con sus palabras.
¿Eso significa que lo dejarían atacar al Director Qi inconsciente?
Gao Fan negó con la cabeza, desechando el pensamiento imposible mientras dirigía su mirada a concentrarse en la pantalla. Si su Presidente decía algo, debía haber algún razonamiento detrás de ello.
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En el otro lado,