El ascensor volvió a subir hasta la planta VVIP cuando la puerta sonó al abrirse una vez más para revelar a Jing Shaoqing en su interior. Llevaba una gorra que cubría la mitad de su cara, y esta vez su rasgo facial inferior también estaba cubierto con una mascarilla, sin dar siquiera una pista sobre su identidad.
Una vez que la puerta del ascensor se abrió, miró hacia afuera solo para presenciar la tranquilidad del lugar desolado. Sus ojos se agudizaron, sintiendo las probabilidades de la trampa colocada para atraparlo, pero al mismo tiempo, su corazón sostenía una determinación para completar que no le permitía mantener sus guardias firmes ante la situación.
—La tarea en la que hemos fallado antes, ahora tendremos éxito. No dejaré que jefe se desilusione esta vez —se recordó a sí mismo al acercar sus pasos hacia el objetivo.