Li Wei podría ser tu sangre.

Al mismo tiempo en el Apartamento de Wen Sying,

Wen Sying estaba contando los dígitos mientras se bebía un vaso tras otro como una borracha. —Rápido, este ya está vacío. Sírveme otro vaso rápido —ordenó en el momento que bebió la última gota de su vaso.

Al lado, Da-Xia estaba toda preocupada. Siendo su mánager era su trabajo controlarla y elegir lo mejor para ella pero desde los últimos días, simplemente no había podido controlarla. Por lo cual ya estaba sintiendo un terrible dolor de cabeza.

—Sying, ya has tenido suficiente. Deberías descansar ahora. Vamos, te llevaré a la cama primero —viendo la desaprobación que ya venía, aún así la mánager lo intentó.

Y al siguiente momento se escuchó un fuerte choque de vidrio rompiéndose en la habitación cuando Wen Sying no tardó ni un momento en tirar el vaso al suelo. Por suerte, no hirió a la pobre mánager. —¿Quién eres tú para mandarme? Si dije que quiero beber más, entonces sírveme más. No digas tonterías en lugar de eso.