Paralelizó todo el universo.

—Señor Su, ya hemos investigado a la mujer que será su pareja en el espectáculo cultural real —el asistente informó en cuanto vio al príncipe lo suficientemente cerca como para escuchar sus palabras. Sus manos trabajaban eficientemente para entregarle el agua y la toalla.

Como si no hubiera escuchado nada, Su Ce no mostró ningún cambio en su expresión. En su lugar, se limpió perezosamente el sudor de la cara, el cuello y los brazos.

El asistente a su lado tampoco repitió lo mismo por segunda vez, más bien esperó confiadamente a que la multitud se dispersara un poco.

—¡Príncipe Su! ¡Príncipe Su! ¿Cuándo va a volver al escenario? —en ese momento, un grupo de jóvenes damas de cuatro a cinco chicas se acercó corriendo a su lado con emoción en sus rostros.