Tropas de guardias reales avanzados.

—Señor Belcebú, ¿e-es usted real? —sintiendo el cómodo abrazo, Li Xue finalmente dejó ir el último hilo de fuerza que se mantenía en ella. Sus ojos se cerraron pero no antes de escuchar el tono familiar del murmullo del hombre y comprobar si llevaba el mismo atuendo que recordaba haberle visto la última vez.

Sus labios se curvaron levemente cuando lo encontró con un atuendo del mismo color que el de ella, pero como su tez ya era pálida, sus rasgos no pudieron mostrar la felicidad que sintió al ver finalmente al hombre.

Los ojos de Feng Shufen estaban frígidos cuando vio a Li Xue en esa condición. Sus mandíbulas se apretaron mostrando la furia que sentía por dentro, pero su agarre sobre ella seguía siendo muy suave, como si incluso en tal furia, no quisiera que le llegara ningún daño.