Cuando Li Xue escuchó a Qi Shuai y Feng Yi Lan decir eso, no los dudó. Esas palabras le parecieron muy creíbles. —Director Qi, ¿tiene algún detalle sobre lo que va a pasar con ellos? —preguntó Li Xue, sintiéndose muy curiosa por saber.
Qi Shuai negó con la cabeza. —No exactamente, pero ya puedes imaginar sus castigos según sus pecados —dijo y por su indicación, Feng Yi Lan también apoyó.
—Se lo merecen por hacer algo tan horrendo. Si yo estuviera en el lugar de mi hermano, habría hecho lo mismo con ellos también. ¿Quién les pidió que intentaran algo tan sucio con mi Li Xue? —dijo Feng Yi Lan, poniéndose del lado de Li Xue para rodearla con sus brazos.