Clara es tan sexy **

—Oh, Clara, cariño... —finalmente, Edgar no pudo aguantar más. Se esforzaba tanto por ser un caballero, pero su prometida lo incitaba de manera inocente constantemente. Ella no se daba cuenta de que todo lo que hacía lo excitaba tanto.

Se deshizo del pensamiento de aliviarse en su antigua habitación. Ahora, pensaba que Clara tenía razón cuando decía que era mejor hacerlo y sacarlo del camino.

Si comenzaban a intimar ahora, los próximos tres meses serían realmente agradables y completos.

Podrían volverse íntimos cuando quisieran. No tendría que sufrir tanto como esto durante meses hasta el día de su boda. Más importante aún, podría mantener a su prometida calentita por las noches. Compartir el calor corporal era la mejor manera de mantenerse calientes en invierno.

Además, si se acostumbraban a tener sexo antes de la boda, ya podrían aprender sobre el cuerpo del otro y saber cómo dar placer a su pareja.