La Pelea

—Harlow, Julián e Icecube finalmente llegaron al corazón de la ciudad y viajaron al distrito del inframundo —dijo la narradora—. La princesa estaba alerta y preparada para sacar su arco y flecha para defenderse, pero el aventurero le dijo que los guardara.

—No hay necesidad de estar a la defensiva. La gente se ofenderá si ven a extraños con una actitud amenazante —aconsejó Julián—. Deberíamos tratar de integrarnos y no llamar la atención.

—La princesa se mordió el labio mientras observaba todos los edificios y la gente pasando. La mayoría de ellos parecían tener una forma humana distintiva con muchas variaciones que hablaban de su ascendencia demoniaca.

—Algunos tenían cuernos, colmillos e incluso la piel cubierta de plumas o escamas —continuó la descripción—. Sin embargo, contrariamente a lo que Harlow esperaba y lo que había encontrado en el reino élfico, estos llamados demonios no eran hostiles o incluso intimidantes o aterradores de ver.