[Capítulo extra] El plan de Nymia

Cuando Rowena miró a Rafael, todavía veía una criatura horrenda con dos cuernos ante sus ojos. Sin embargo, esta vez, Rowena se centró en el libro detrás de la fea cubierta.

Se dio cuenta de que este hombre maravilloso valía más que un millón de apuestos príncipes.

—Lamento haberte rechazado antes... —Rowena tragó duro. Bajó la cara avergonzada, pero Rafael le alzó la barbilla e hizo que lo mirara a los ojos—. Me preocupaba que algún día me resentirías por esto. Debería haberlo sabido mejor. Nunca me abandonarías. Me avergüenza haber pensado eso de ti.

—No hay necesidad de disculparte —dijo Rafael con suavidad—. Todos en tu vida te han decepcionado y tenías miedo de que yo hiciera lo mismo. Lo entiendo perfectamente. No me ofendo.

Los ojos de Rowena brillaban con lágrimas. Este hombre era horrendo... pero ella lo amaba a pesar de su apariencia.