Rey Urther echó un vistazo a Rafael pero luego suspiró. —Está bien, expresa tus motivos, niña. Trata de convencerme de por qué no debería devolverlos a todos a sus celdas de prisión.
Rowena miró por encima de su hombro hacia los prisioneros.
Todo lo que había ocurrido hasta ahora era por el bien de Julián y aún así los otros tres también se involucraron por su incitación a actuar.
Todo esto ocurrió porque Rowena estaba presente. Ella era la culpable. Por eso tenía que pagarlo. Dependía de ella sacarlos a todos con vida de aquí.
—Su Majestad, no deseo ofenderle, pero parece que cuando usted me mira —le recuerda a mi padre —dijo Rowena.
—Tal vez. —Rey Urther se ablandó.
Rowena asintió con precaución y miró hacia arriba respetuosamente.
—Lo que le pido que considere hoy, Su Majestad, es el hecho de que detrás de las apariencias, antes de emitir juicios de cualquier tipo. Puede haber más en la historia de lo que parece.