Bianca arqueó sus cejas en una mueca de preocupación. Si alguien los seguía entonces Alveena y Clifford podrían estar en peligro. Y no solo es un hombre, sino hombres. Varios hombres.
—¿Los hombres todavía están aquí? ¿Aún puedes verlos? —preguntó Bianca a Clifford mientras paseaba su mirada por el entorno. Intentaba inspeccionar el área para ver si había personas sospechosas merodeando.
Clifford se volvió, barriendo la mirada por el lugar.
—Extraño. Los vi hace un momento. Pero de repente desaparecieron cuando empecé a ponerme cauteloso —murmuró Clifford.
—¿Hiciste obvio que ya sabías que te seguían?
—¿Tal vez? No lo sé. Le pregunté a Alveena si conocía a esos tipos. Y crucé miradas con él mientras hablaba con Alveena.
Bianca suspiró profundamente y golpeó la cabeza de Clifford.
—¡Ay! ¿Por qué hiciste eso? —le preguntó Clifford, irritado.