La palabra Familia le calentó el corazón. ¿Quién habría pensado que el destino los reuniría, a pesar de lo que había ocurrido en el pasado?
Titania estalló. Sus lágrimas simplemente continuaban cayendo como gotas de lluvia. Su cuerpo temblaba mientras sollozaba sin parar, robándole la capacidad de hablar.
Zu Wan ya no podía soportar verla llorar. La atrajo hacia sus brazos, abrazándola mientras le acariciaba el cabello. Quería consolarla.
—Shhhh… no llores más. Ya aclaramos el malentendido. Deberías estar feliz ya que ahora estás reunida con tu sobrina.
Titania asentía con la cabeza, aún llorando en sus brazos. Zu Wan simplemente la dejó llorar hasta que se cansó. Titania estaba muy emocional esta noche. Antes de darse cuenta, ella ya había caído dormida en su abrazo.
Zu Wan suspiró impotente. La dejó acostarse, arropándola en la cama. Titania todavía estaba desnuda, así que solo cubrió su cuerpo con el grueso cobertor.